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¿Cuál es la diferencia entre nube y virtualización?

Luis Rodríguez

 

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La virtualización es una tecnología que separa las funciones del hardware, y las nubes dependen de esa separación. Es fácil confundir ambos conceptos, particularmente porque ambos se refieren a la creación de entornos útiles a partir de recursos abstractos.

Comparación práctica

La virtualización puede hacer que un recurso cumpla la función de varios, mientras que el cloud computing permite que diferentes departamentos (a través de una nube privada) o empresas (a través de una nube pública) accedan a un único conjunto de recursos aprovisionados automáticamente.

¿Cuál debería utilizar?

La virtualización es una tecnología que permite crear múltiples entornos simulados o recursos dedicados desde un solo sistema de hardware físico. El software llamado "hipervisor" se conecta directamente con el hardware y permite dividir un sistema en entornos separados, diferentes y seguros, los cuales se denominan "máquinas virtuales" (VM). Estas VM dependen de la capacidad del hipervisor de separar los recursos de la máquina del hardware y distribuirlos adecuadamente.

Cloud computing es un conjunto de principios y enfoques que permite proporcionar recursos de infraestructura informática, de red y de almacenamiento, servicios, plataformas y aplicaciones a los usuarios, a pedido y en cualquier red. Estos recursos de infraestructura, servicios y aplicaciones se obtienen de nubes, que son conjuntos de recursos virtuales orquestados por software de gestión y automatización para que los usuarios puedan acceder a estos a pedido, a través de los portales de autoservicio a los que dan soporte el escalado automático y la asignación dinámica de recursos.

¿Cuándo se debe utilizar la virtualización?

Virtualización

La virtualización ayuda a las empresas a trabajar con mayor eficacia en comparación con los flujos de trabajo tradicionales o las aplicaciones instaladas directamente en el servidor. Las organizaciones pueden mantener un entorno seguro utilizando hardware local y software administrado por el personal de TI propio. Las cargas de trabajo tradicionales reciben un buen soporte de los productos de virtualización de la empresa, ya que se pueden ejecutar en instancias virtuales del software obsoleto al que están vinculadas las cargas de trabajo.

La virtualización permite a las empresas crear más entornos y recursos desde equipos poco utilizados. Permite dividir el potencial de procesamiento, el almacenamiento y la memoria entre los entornos, básicamente ignorando las instalaciones físicas y convirtiendo el hardware en un producto de consumo. Los entornos virtuales también están protegidos de sí mismos: los espacios aislados individuales de los desarrolladores pueden residir en el mismo servidor físico, pero separados del código malicioso o descontrolado.

¿Cuándo se deben utilizar las nubes privadas?

Nube privada

Las nubes privadas permiten que las empresas pongan sus recursos a disposición a pedido, sin dejar de cumplir con las políticas o normas de seguridad que exigen acceso limitado, cifrado complejo y responsabilidad en general respecto de dónde se obtienen los recursos. Las cargas de trabajo sin estado y dispersas —como las que se encuentran en el desarrollo, la investigación y las telecomunicaciones— reciben un mejor soporte de las nubes privadas.

Una vez que la empresa virtualiza sus recursos, las herramientas de open source, como OpenStack®, facilitan bastante la implementación de nubes privadas. OpenStack utiliza un conjunto consistente de interfaces de programación de aplicaciones (API) para abstraer los recursos virtuales y lograr conjuntos discretos para potenciar las herramientas de cloud computing estándar. El proyecto central de OpenStack abarca informática, conexiones en red, almacenamiento, identidad e imágenes —la infraestructura que define un entorno de cloud computing—.

¿Cuándo se deben utilizar las nubes públicas?

Nube pública

Las nubes públicas reducen la necesidad de las empresas de invertir en sus propios hardware y equipos de gestión porque todo pertenece a un proveedor externo que también se encarga de la administración. Las empresas no son dueñas de los gigabytes de almacenamiento donde sus datos están copiados por seguridad, no administran las operaciones en la granja del servidor donde vive el hardware, ni deciden cómo proteger o mantener sus plataformas, aplicaciones y servicios basados en la nube.

Las nubes públicas permiten que un cliente que necesita más recursos, plataformas o servicios simplemente pague a un proveedor por hora o por byte para acceder a lo que necesita cuando lo necesita. La infraestructura, el potencial de procesamiento en bruto, el almacenamiento o las aplicaciones basadas en la nube se virtualizan desde el hardware del proveedor, se agrupan en lagunas de datos, se orquestan mediante software de gestión y automatización, y se transmiten al cliente a través de Internet o de una conexión de red específica.

No obstante, las nubes públicas actuales, por lo general, no se implementan como una solución de infraestructura independiente, sino como parte de una mezcla heterogénea de entornos que genera más seguridad y rendimiento, menor costo y mayor disponibilidad de infraestructura, servicios y aplicaciones.

Actualmente contamos con la solución de Cloud computing de Red Hat.

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