Miguel Ruiz H.

CEO.

Durante las últimas semanas, he tenido diversas reuniones con líderes de mi equipo y de la organización que dirijo. Dentro de estas, el objetivo principal es el cumplimiento de resultados buscando hacer la diferencia en nuestro ecosistema sin perder la alineación a los planes de la empresa para los próximos 5 años.

Estos planes son todo menos conformistas… tenemos metas ambiciosas y muy retadoras, por lo que parte fundamental de mi trabajo es ayudar a mis líderes a cumplir estos objetivos impulsando a que hagan uso de su máximo potencial para lograr que esto suceda.

 Dentro de esta tarea, reto a las personas y equipos a hacer una diferencia real en sus planes y en sus propuestas enfocadas al mercado, así como superar sus propias expectativas buscando que piensen en grande y “fuera de la caja”. En pocas palabras, trabajar de manera diferente a lo que vienen haciendo tradicionalmente. El punto clave es que piensen mucho más allá de lo que creen que pueden lograr, sin restricciones, sin límites… y preguntándose constantemente cómo podemos hacer la diferencia de manera importante. Y para resolver esta última pregunta la respuesta es pensar de manera “Disruptiva”. Se preguntarán a qué me refiero con esto, y es simplemente a pensar diferente y en grande. 

Para ser un poco más claro, pensando en mis últimas reuniones laborales, recordé una en la que salí muy satisfecho con mi equipo pues me expusieron resultados y crecimientos muy por arriba de los estándares. Realizaron propuestas fuera de contexto que buscaban resultados sobresalientes rompiendo paradigmas en actividades y forma de hacer las cosas. Realmente proponían estrategias diferentes a lo que siempre se ha hecho y a lo que “supuestamente” estamos destinados a hacer. En esta reunión vino a mi mente una y otra vez la palabra “disrupción” lo cual me hizo pensar que esto es justamente lo que busco de las personas y equipos dentro de mi organización. Creo firmemente que solo pensando así podemos diferenciarnos y mantenernos como líderes de esta industria tan competida en los próximos años.

Al finalizar la reunión, me di cuenta que todo se había desarrollado de manera muy profesional y formal, con datos, estadísticas y proyecciones muy claras. Sin embargo, hacía falta algo dentro de esta reunión para tenerme totalmente satisfecho y no podía descifrar que era. ¿Qué hacía falta? Y fue cuando apareció en mi cabeza la frase: “pasión con determinación” que es uno de los valores que promovemos dentro de team, empresa que dirijo. Y esto no es más que lo que yo interpreto como entregarse plenamente a lo que uno ama y hacer que las cosas sucedan sí o sí. 

Un buen ejemplo de esta frase la viví en una presentación pocos días después donde recuerdo haber salido muy motivado y esperando con ansias la siguiente junta de seguimiento.  El presentador rápidamente me engancho con su entusiasmo y el reflejo de sus ganas por hacer las cosas.  Irradiaba energía y su motivación la comunicaba y la contagiaba a todos los presentes. Transmitía con emoción las horas y desvelos que sin disgusto había pasado y mostraba plena satisfacción ante lo que estaba haciendo y logrando a pesar de los sacrificios.  El realmente estaba disfrutando al máximo lo que estaba haciendo. Y a esto yo le llamo PASIÓN por las cosas.  Y no fue solo eso lo que atrajo mi atención durante su presentación, sino la forma tan sencilla y tan auténtica en como buscaba enfocar esa pasión en acciones reales y con mensajes consistentes. De manera concreta, explicó cómo sí lo haría posible, cómo nada podría detener estos planes, y cómo aterrizaría esta propuesta en acciones y resultados reales.

Muchas empresas y personas vemos pasar un sin fin de ideas innovadoras que podrían parecer interesantes, pero solo podremos avanzar si estas ideas las transformamos en hechos reales. A esto le llamo yo “bajar una idea a la cancha” y esto solo se logra con la DETERMINACIÓN que tengan las personas o equipos para hacer que las cosas sucedan. De aquí el termino pasión con determinación que habla de aprovechar el amor por lo que hacemos para tomar acciones y hacer que nuestras ideas se vuelvan realidades y no se queden solo en sueños.

 Alineación y Colaboración “trabajar en conjunto multiplica los resultados y minimiza los esfuerzos”

Después de esta última reunión, los términos “Disrupción” y “Pasión con determinación” habían estado firmemente grabados en mi cabeza. Pero faltaba algo que los conectara con los objetivos de la empresa y de los colaboradores a fin de tener un mayor impacto. Y la clave a todo esto estaba en dos puntos. Uno de estos es la ALINEACIÓN con las prioridades de la empresa porque gracias a esto el rumbo de las iniciativas y proyectos tendrían sentido.

Hay que considerar que la forma de hacer las cosas siempre ha sido importante por la nueva cultura que promuevo, siendo el famoso “cómo” un gran tema dentro de mi organización.

A mi percepción, y haciendo un análisis del funcionamiento de la empresa previo a que yo tomara la dirección, creo que el máximo fin de toda acción era llegar a resultados a costa de lo que fuera. Esto detonaba que existieran características y comportamientos particulares dentro de la organización. Uno de ellos era el individualismo en casi cada acción de las personas que trabajaban dentro de la organización. Derivado de esto, surgían esfuerzos heroicos y héroes únicos en muchos momentos dentro de la empresa que salvaban los resultados o proyectos específicos. Cada uno se preocupaba por sí mismo y de lo que pudiera hacer por lo suyo. En el inter existían muchos problemas, abusos y tensiones por consecuencia de cumplir. Claramente, el clima laboral no era el mejor ni el más sano en muchos momentos. Adicional a esto, yo podía notar que esto no lograba que los resultados de la empresa fueran necesariamente los mejores o fueran a serlo en el futuro. 

Hoy por hoy, el “cómo” se hacen las cosas juega un papel clave en mi organización, y se pide y se exige en términos de COLABORACIÓN por varias razones. La primera es aprovechar y complementar las capacidades, talentos y conocimientos como individuos. El trabajo se divide al mismo tiempo que los esfuerzos se reducen.  Si esta colaboración se da en el mismo rumbo, es decir, alineados a un mismo objetivo, los equipos se conectan más, se hacen esfuerzos adicionales con mejor disposición y se apoyan entre todos porque existen objetivos colectivos que cumplir. La colaboración ha hecho que el clima mejore y que la tensión baje, que tengamos sentimientos compartidos e inclusive que exista un mejor compadrazgo dentro de la organización. Basado en todo esto, pude agregar el último circulo a mi diagrama de Venn: alineación y colaboración.

Ahora, y siendo para mí el punto más importante, justo al centro, donde se conectan estos 3 círculos, es donde se encuentran las personas que necesitamos en este momento en team. Muchos de los líderes internos van en esa vía y me siento alagado de poder trabajar en conjunto con ellos.