Durante el año pasado, hemos visto que se aceleran algunas tendencias, surgen otras nuevas y han comenzado a ser testigos de la convergencia de algunas tendencias, lo que genera un impacto y cambios aún mayores. Simultáneamente, las nuevas tecnologías disruptivas han pasado a primer plano y tienen el potencial de remodelar significativamente algunas de las Megatendencias en los próximos 15 a 20 años, y transformar las cadenas de valor y la economía globales.
Para 2030 habrá un estimado de 8.5 billones de personas caminando por la tierra. Una gran parte de esta población estará compuesta por los mil millones adicionales de personas que se unirán a la clase media, predominantemente en Asia y mercados emergentes. Esta nueva clase consumidora representará $30 billones en poder adquisitivo, que reside principalmente en los epicentros urbanos. Para apoyarlos, tendremos que gastar aproximadamente el 10% del producto interno global (PIB).
Al mismo tiempo, vamos a ver enormes pérdidas en la economía, incluidas las tensiones de recursos humanos y naturales. Un tercio de la población mundial tendrá más de 65 años . Esto llevará a una disminución en el número de trabajadores por jubilado, lo que ejercerá presión sobre la productividad y el producto.
Junto con las crecientes limitaciones de recursos (alimentos, energía, agua, minerales raros), las economías desarrolladas lucharán contra la falta de recursos necesarios para impulsar la productividad y alimentar el crecimiento futuro, en un esfuerzo por combatir los cambios de poder a nivel mundial. Y las economías emergentes buscarán innovaciones para ayudarles a superar su propia infraestructura, el gobierno y las limitaciones del modelo comercial.
Para remodelar nuestro futuro restringido y convertirlo en uno eficiente, necesitaremos hacer cambios radicales y confiar en la innovación disruptiva para allanar el camino. La productividad eficiente será el boleto de oro para impulsar el crecimiento en nuestro mundo de 2030 y más allá.
Entonces, ¿cómo podemos lograr estas ganancias de productividad radicalmente eficientes?
Hay tres enfoques que creemos que pueden tener el mismo impacto revolucionario en la productividad que pudimos lograr con las invenciones del acero y el vapor en el siglo XIX, y el petróleo, los antibióticos y la electricidad en el siglo XX.
El primero es la intersección de las tecnologías biológicas y de computación conocida como BioConvergence. BioConvergence nos permite hacer cosas utilizando los principios, materiales y procesos de la naturaleza y los avances en la tecnología digital. Gracias a esta mezcla de ciber, biofísica y física, tenemos la capacidad de producir y personalizar productos de forma eficiente utilizando recursos locales de formas nunca antes imaginadas. Ya hemos visto baterías de iones de litio hechas con semillas de alfalfa y resina de pino. Y es posible que algún día veamos toda la Internet respaldada en un solo gramo de ADN . Las ganancias de productividad en toda la cadena de oferta y demanda son ilimitadas.
Así como las tecnologías cibernéticas y biológicas pueden unirse para ayudarnos a producir productos de manera más eficiente, también pueden ayudarnos a trabajar y vivir de manera más eficiente. Este tipo de convergencia puede permitirnos convertirnos en Más Allá de lo Humano, aumentando nuestras capacidades y ayudándonos a superar limitaciones y obstáculos. Ya estamos aumentando nuestras mentes gracias a tecnologías como Siri y Alexa, y nuestros cuerpos con el uso de exoesqueletos y píldoras inteligentes. Pero estos son solo el comienzo de lo que será posible, permitiéndonos trabajar y vivir más tiempo, de manera más inteligente y más eficiente.
El enfoque final analiza los aumentos de eficiencia en la forma en que hacemos negocios y llevamos productos al mercado. Frictionless Business combina tecnologías disruptivas como inteligencia artificial, Blockchain e Internet de todas las cosas para aumentar la eficiencia de las transacciones, permitiendo una negociación más dinámica en todo el valor de la red: abastecimiento, diseño, generación de demanda y entrega de productos. Una cadena de suministro dinámica tiene el potencial de reducir drásticamente y eliminar los puntos de fricción del diseño a través de la producción y las ventas, reduciendo lo que actualmente son años de producción, hasta semanas o días.
En conjunto, estos enfoques revolucionarios transformarán la forma en que hacemos las cosas, cómo vendemos cosas y cómo trabajamos y vivimos. Tienen el poder de remodelar algunas de las tendencias que nos llevan por un camino de restricción de recursos y crecimiento limitado. En su lugar, nos señalarán un futuro eficiente, logrando ganancias radicales de productividad, creando abundancia de recursos y mejorando nuestra calidad de vida en los años venideros.
Doug Warner es vicepresidente y director global de Tech Vision & Strategy en HP. Comenzó su carrera en HP como Director de Desarrollo Estratégico, Digital Imaging.
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