Podemos comparar el nivel de stock con el caudal de un río.
Cuando una empresa reduce sus niveles de stock (es decir, reduce el nivel del agua) en todo el proceso productivo y/o comercial, en una gran proporción y de una forma continuada, puede sufrir el llamado efecto río: el agua deja ver las rocas que interfieren el proceso. Por ejemplo, al ajustar al máximo nuestros niveles de stocks a la demanda, la empresa puede descubrir defectos de calidad, plazos de entrega excesivos, que la producción es poco flexible, que el transporte ineficiente; problemas que hasta entonces desconocía o a los que no prestaba atención. Puesto que pone al descubierto los problemas, este fenómeno puede tener un efecto muy beneficioso (si se interpreta correctamente) en la empresa, ya que salen a relucir todas las ineficiencias antes enmascaradas por un stock sobredimensionado o excesivo.
El inventario, en la mayor parte de las empresas, no tiene un único “dueño”. Son varios los departamentos que de forma directa o indirecta interaccionan con el mismo.
Controles internos de los inventarios
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"Hay controles que tienen que justificar el desarrollo del proceso y cumplir con los requisitos de calidad para el cliente" |
ALGUNOS CONTROLES INTERNOS DE LOS INVENTARIOS:
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1. Que exista una política definida de compras
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2. Que exista almacenes, para garantizar su integridad.
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3. Que se lleve el inventario en computadoras y/o tarjetas
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4. Que exista un personal autorizado para el despacho del inventario
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5. Que el despacho indica hacia que orden o lote de producto se transfirió el inventario
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6. Que practica inventario periódicamente
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7. Que se presenta correctamente el inventario en el balance general
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8. Que este debidamente evaluado con P.C.G.A
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9. Que exista una vigilancia permanente
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10. Que se establezca una política de darle de baja a los inventarios.
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